viernes, 2 de noviembre de 2012

Terapia de Microdosis para la Prostatitis Crónica

En uno de los seminarios que imparto, el de Informática Biomédica para el Descubrimiento de Nuevas Indicaciones Terapéuticas, les explico a mis participantes que "una terapia inteligente es una nueva combinación de varias sustancias conocidas, que se indican para curar una enfermedad que no necesariamente es aquella para la que originalmente fueron concebidas y que se adapta a un individuo en particular". Hay dos aspectos en dicha definición que me gustaría recalcar en la presente emisión.
El primero de ellos tiene que ver con el hecho de que, para que una terapia sea inteligente, debe necesariamente comprender una combinación de varias sustancias. Son muchos los resúmenes (abstracts) de artículos de revistas en Medline en los que los autores terminan concluyendo que una monoterapia casi nunca es eficaz en la erradicación de una enfermedad y yo mismo lo he comprobado durante mi lucha contra la prostatitis crónica.
En una de mis entradas (posts) anteriores, a propósito de un comentario del Dr. Jose S. Machicado, especialista en medicina de la reproducción, manifesté que después de un tiempo de haber tomado la nitazoxanida, los síntomas mejoraban notablemente pero que pasado un tiempo, si bien el alivio persistía, se experimentaba una ligera regresión de dicha sintomatología. En otras palabras, la nitazoxanida por sí sola, como monoterapia, no es suficiente para erradicar la prostatitis ni otros padecimientos.

En esa misma entrada, el Dr. Machicado me hizo saber que él ya estaba mucho mejor después de haber tomado la nitazoxanida; pero que todavía necesitaba agregar alguna sustancia más para aliviarse completamente. Declaró en su comentario (pulse aquí si desea ver la entrada completa con comentarios) que para su caso estimaba conveniente tratarse con altas dosis de Cefixima y que un paciente en particular, había experimentado problemas de erección, lo cual nos lleva a lo crucial que resulta el segundo aspecto de mi definición de terapia inteligente en todo este contexto, es decir, aquella parte de mi definción que a la letra dice "se adapta a un individuo en particular".

Conviene entonces apegarse a una verdadera terapia inteligente, en el sentido estricto de la definición anterior, si lo que se está buscando es erradicar una enfermedad.

En la página de la Fundación MicroMédix, he comentado a detalle cómo es completamente viable tanto económicamente como técnicamente, poner en práctica una terapia inteligente basada en microdosis.
Cuando comencé con mis primeras investigaciones y a través del seminario al que hice referencia al principio de esta entrada, convoqué a los profesionales del cuidado de la salud a que se unieran a esta causa, a fin de crear sinergia y promover los ensayos clínicos necesarios para confirmar/refutar de manera oficial, la hipótesis de que la "prostatitis crónica puede ser tratada con nitazoxanida".
No siendo una costumbre en mi el sentarme a esperar a que esa sinergia se de, ni mucho menos el albergar grandes expectativas respecto al sector salud y la industria farmacéutica, me di a la tarea de emprender una nueva investigación de cómo podría verificar la bondad de la nitazoxanida sin los consabidos efectos colaterales (como el de la disfunción eréctil del paciente del Dr. Machicado) y sin correr los riesgos inherentes a la posible interacción de ésta con otras sustancias y conformar de esta manera, la combinación ideal que exigiría una terapia inteligente para erradicar mi prostatitis crónica.


Dr. Eugenio Martínez
En esa misma página de MicroMédix, he relatado cómo fué que encontré (en la literatura biomédica) la berberina: un alcaloide que se cree puede eliminar la supuesta biopelícula creada por ciertos microorganismos, que tiende a bloquear
la acción eficaz de la nitazoxanida, y que se encuentra contenida en plantas medicinales como el sello de oro, el agracejo y el chicalote. Este hallazgo, aunado a lo que descubrió el Dr. Eugenio Martínez Bravo, profesor emérito de la Universidad Autónoma de Zacatecas, ex-investigador mexicano y creador de la innovadora terapia de las microdosis, me llevó finalmente a encontrar una terapia alternativa e inteligente para la prostatitis crónica basada en microdosis, misma que estará disponible para todo el público, aproximadamente en un mes más en la página de MicroMédix.

La terapia inteligente resultante estará conformada  por las siguientes sustancias en microdosis:

-Nitazoxanida (medicamento alópata en microdosis, y por ende completamente inofensivo)
-Agracejo (planta medicinal)
-Aguacate (hueso de) o bien maíz (cabellos de elote)
-Cola de Caballo (planta medicinal)

Todo ello sin efectos secundarios ni riesgos de interacción entre sustancias y a precios muy accesibles: cada frasco de 20 ml. tiene un precio de distribución entre 25 y 35 pesos mexicanos, en función del número de unidades a adquirir, con un precio máximo al público de 40 pesos mexicanos.

IMPORTANTE: precisamente por ser una terapia inteligente, las sustancias no se combinan indiscriminadamente en un solo frasco, sino exactamente como lo recomendó el creador de la técnica (el Dr. Martínez Bravo): una microdosis por cada sustancia activa. Haciéndolo de esta manera, se busca que, en caso de que a un individuo en particular no le funcione una o más de las sustancias que componen la terapia, ésta(s) puede(n) sustituirse por otra(s) más acorde(s) con las condiciones metabólicas o las características particulares de aquél. La terapia deberá adaptarse al individuo y no al revés.